Ya hace unos meses , en enero, que con toda la ilusión dedicamos una tarde a plantar unos bulbos. Queríamos seguir de cerca la evolución de una planta tan interesante como el narciso.
hemos tenido la suerte de que han nacido justo ahora, cuando llegó la primavera y tenemos una clase preciosa.
Cada semana las regamos y cada mañana observamos cualquier novedad que nos ofrece su evolución.
Algunas están preciosas, pero otras se han muerto nada más salir al exterior. Las tenemos altas, bajas, con flores, sin flores, con muchas o pocas hojas. Cada una de ellas, como nosotros mismos, ha llevado un ritmo diferente de crecimiento.
Gracias a ellas nuestra clase está alegre y primaveral.